En mayo, cuando Tarucas disputaba el Super Rugby Américas, Facundo García Hamilton se retiró del campo con una mueca de dolor. Había jugado apenas unos minutos frente a Peñarol cuando su rodilla derecha dijo basta. Los estudios confirmaron lo peor: fractura por hundimiento del platillo tibial interno. El diagnóstico fue duro, casi cruel, para un jugador que venía creciendo y soñando con consolidarse en el alto nivel. Meses más tarde, el escenario es otro. Ya no el césped del profesionalismo continental, sino el Regional del NOA, con la camiseta de su club de toda la vida: Tucumán Rugby y festejando el título.
Cerca del centro del campo, unos chicos esperaban que les firmara las camisetas. “Me dio un poquito de vergüenza”, confesó entre risas después del partido. “Yo cuando era chico pensaba que levantar una copa era simplemente eso: levantarla. Pero no se trata solo de ganar. Se trata de todo lo que hay detrás”, reflexionó.
Su tono fue sereno, profundo. Como quien acaba de cerrar un círculo. “Este título es lo que el equipo se merecía. Yo no tuve la suerte de empezar en enero ni de sumarme en junio, como mis compañeros. Pero tuve la bendición de Dios de poder volver en las últimas fechas, y me propuse disfrutarlo, hacerlo valer. Terminar así, con mis amigos, es un gran paso en lo que quiero que sea mi carrera”, dijo el tercera línea, todavía con los ojos húmedos.
Facundo recordó la carga simbólica que pesaba sobre el grupo. “Antes de entrar a la cancha sabíamos que teníamos espinas clavadas. Hace diez años el club había ganado su último Regional en este mismo lugar. Se sentía esa amargura, esa necesidad de revancha. Hoy vinimos a sacarla, y lo hicimos. Estoy muy agradecido”, contó.
La victoria por 23-18 frente a Natación no fue solo un resultado: fue una liberación. Y en medio de los abrazos, García Hamilton guardó un pensamiento especial. “El título va especialmente para Jorge Domínguez, que es un amigo muy especial para mí y es el eterno capitán de Tucumán Rugby. Ellos son parte de esto”, indicó.
Cuando se le menciona la palabra “racha negativa”, responde con calma, pero con firmeza. “A la gente le gusta dibujar muchos demonios, hablar desde afuera. Pero el único que sabe lo que pasa es el que está adentro. Esto es para nosotros, para que creamos que podemos. Sabemos que esto es solo un paso, porque no venimos solo a ganar el Regional: esto es un proceso que recién empieza, y queremos que siga creciendo”, explicó.
Antes de irse del campo, lo rodearon los más chicos. Le pidieron fotos, autógrafos, una palabra. Facundo no se escapó. “Les dije que no se queden con que lo importante es salir primero o ser el mejor. Que entiendan que se trata de una cultura de esfuerzo, de valores, de trabajo, de ser buena persona. Eso queremos transmitir. Porque esto -dijo- no se trata solo de levantar un trofeo. Se trata de todo lo que hay detrás”.